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12 ago 2013

¿Qué es el liberalismo y qué es ser liberal?

Liberalismo

Para poder entender lo que encierra el concepto Liberalismo debemos primero entender lo que significa ser liberal, por liberal se entiende a una persona de mente abierta, un liberal tiene que someter su conducta a la tolerancia de los demás criterios y debe estar siempre dispuesto a convivir con lo que no le gusta, un liberal no sabe hacia dónde marcha la humanidad y no se propone, por lo tanto, guiarla a sitio alguno, ese destino tendrá que forjarlo libremente cada generación de acuerdo con lo que en cada momento le parezca conveniente hacer, en lo personal yo puedo ser libre para robar, por ejemplo, pero puedo ser rechazado y juzgado por la sociedad de la que soy parte, ya que en el código penal federal robar es un delito, puedo ser liberal en cuanto a mi forma de pensar y a estar en contra de las políticas del gobierno y ser radical hacer manifestaciones y huelgas y demás.
Por su parte, el liberalismo, que es la facultad de ejercer o no la libertad, se relaciona con la delegación del poder de los ciudadanos a sus gobernantes y a su clase política, en general, pues la propia esencia liberal del hombre, permite que este decida qué facultades delegarles a ellos. El liberalismo parte de una hipótesis filosófica que postula la existencia de derechos naturales que no se pueden quebrantar porque no se deben al Estado ni a la magnanimidad de los gobiernos sino a la condición especial de los seres humanos. Esa es la piedra angular sobre la que descansa todo el edificio teórico, y se le atribuye a los estoicos y al fundador de esa escuela, Zenón de Citia, quien defendió que los derechos no provenían de la fratría a la que se pertenecía o de la ciudad en la que se había nacido, sino del carácter racional y diferente a las demás criaturas que poseen las personas.

Es importante señalar que se debe rechazar la errada suposición de que el liberalismo es una ideología. Una ideología es siempre una concepción del acontecer humano —de su historia, de su forma de realizar las transacciones, de la manera en que deberían hacerse—, John Locke, a quien pudiéramos calificar como padre del liberalismo político, tras contemplar los desastres de Inglaterra a fines del siglo XVII, cuando la autoridad real británica absoluta entró en su crisis definitiva, dedujo que, para evitar las guerras civiles, la dictadura de los tiranos, o los excesos de la soberanía popular, era conveniente fragmentar la autoridad en diversos “poderes”, además de depositar la legitimidad de gobernantes y gobernados en un texto constitucional que salvaguardara los derechos inalienables de las personas, dando lugar a lo que luego se llamaría un Estado de Derecho, es decir, una sociedad racionalmente organizada, que solucione pacíficamente sus conflictos mediante leyes imparciales que en ningún caso pueden quebrantar los derechos fundamentales de los individuos. Hoy como Liberalismo, entendemos pues, que es un sistema filosófico, económico y político, que promueve las libertades civiles y el máximo límite al poder coactivo de los gobiernos sobre las personas; se opone a cualquier forma de despotismo, suscitando a los principios republicanos, siendo la corriente en la que se fundamentan la democracia representativa y la división de poderes aboga principalmente por el desarrollo de las libertades individuales y, a partir de ésta, el progreso de la sociedad. El establecimiento de un Estado de Derecho, donde todas las personas sean iguales ante la ley, sin privilegios ni distinciones, en acatamiento con un mismo marco mínimo de leyes.

Algunas de sus características o rasgos son el individualismo, que considera al individuo primordial, como persona única y en ejercicio de su plena libertad, por encima de todo aspecto colectivo. La libertad como un derecho inviolable que se refiere a diversos aspectos: libertad de pensamiento, de expresión, de asociación, de prensa, etc., cuyo único límite consiste en la libertad de los demás, y que debe constituir una garantía frente a la intromisión del gobierno en la vida de los individuos. El principio de igualdad entre las personas, entendida en lo que se refiere a diversos campos jurídico y político, es decir, para el liberalismo, todos los ciudadanos son iguales ante la ley y ante el Estado. El derecho a la propiedad privada como fuente de desarrollo e iniciativa individual, y como derecho inalterable que debe ser salvaguardado y protegido por la ley.

2 comentarios :

Anónimo dijo...

muy bien

Unknown dijo...

NO EXISTE LIBERALISMO SIN PATRIOTISMO. COMO NO HAY PATRIOTISMO SIN LIBERALISMO.