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16 ago 2013

Presidencialismo en México o parlamentarismo

Bandera de México

En este ensayo pretendo dar cuenta de lo que ha sido el presidencialismo en México a través de los años, particularmente en el periodo conocido como el Priato, como ha ido evolucionando junto con la constitución, este trabajo nos muestra un panorama general de lo que representa y el poder que tiene el presidente y la constitución en nuestro país, el cual en un aspecto político es una sombra de los países con un desarrollo más avanzado, de los cuales se tomó una gran referencia para poder redactar nuestra constitución, que aún en la actualidad tiene un gran número de fallos y contradicciones, se analizan las fortalezas y debilidades que tiene un presidente en México, además de saber en qué circunstancias el presidente tiene “poder ilimitado” para tomar decisiones y que circunstancias limitan este poder, además de una muy pequeña aproximación al papel del parlamentarismo como opuesto al presidencialismo ya que ahora en nuestro país el presidencialismo se encuentra en grave crisis de legitimidad, eficiencia y resultados.
En América latina y, en gran parte de los países en vías de desarrollo el sistema presidencial tiene como base la constitución norteamericana de 1787, ya que establece la relación correcta entre los poderes ejecutivo y legislativo, lo cual la cataloga como un sistema presidencial puro o clásico.

En los países en vías de desarrollo no existe una verdadera división de poderes, ya que tienen como características el predominio del presidente y el ejército, lo cual se traduce en el predominio del ejecutivo sobre las pautas de los demás poderes. Se dice que en México existe un sistema presidencial puro, ya que no contiene características de parlamento. Algunos autores catalogan al presidente, como un emperador sexenal, en su momento emperador del PRI, ya que no existía ningún partido más poderoso que se le pudiera oponer.

Cuando en 1824 se creó el sistema presidencial mexicano, éste más bien era una especie de experimento político, el cual estaba basado en la constitución norteamericana de 1787 y la española de 1812. El sistema creado en este año, aún conserva buena parte hasta nuestros días, sin olvidar al de 1917.

Según el artículo 80 de la constitución de 1917, el poder ejecutivo se deposita en un solo individuo el cual será llamado: Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, que en un principio se elegía en forma indirecta (1857 y 1901 existía un elector por cada quinientos habitantes). La cual no lleva a la elección directa, en la cual el presidente era elegido por la mayoría de los votos populares, lo que tiene la ventaja sobre la indirecta, ya que en ésta muchas veces ganaba el que tenía una menor cantidad de votos. La única desventaja que se veía del sistema de elección directo, era la posibilidad de múltiples candidaturas.

Según el artículo 82, los requisitos para ser presidente son los siguientes.

-Ser ciudadano mexicano por nacimiento e hijo de padre o madre mexicanos

-Tener treinta y cinco años cumplidos al tiempo de la elección

-Haber residido en el país durante todo el año anterior a la elección

-No pertenecer al estado eclesiástico o ser ministro de algún culto

-No estar en servicio activo (en caso de pertenecer al ejército)

-No pertenecer a algún puesto de gobernación

-No estar incapacitado por el articulo 83 (principio de no reelección)

El artículo 83 ha sufrido diversos cambios a lo largo del tiempo, antes el presidente podía ser reelecto las veces que quisiera, sin embargo esto fue cambiando hasta llegar a lo que hoy en día es el principio de no reelección, el cual indica que por ningún motivo, los presidentes, ya sean temporales, sustitutos o que cumplan sus sexenio completo, podrán ser reelegidos, en ningún periodo siguiente.

El periodo presidencial en 1928 era de cuatro años, sin embargo se amplió dos años más, ya que se argumentó, los periodos no pueden ser tan cercanos a la elección. Lo cual nos lleva a periodos sexenales, que inician el 1 de diciembre.

Al momento de subir al poder el presidente tiene múltiples facultades, que provienen de fuentes varias. La Constitución, las leyes y el sistema político, sin embargo este no posee la facultad de veto.

El supremo poder de la federación se divide en tres: legislativo, ejecutivo y judicial, esta división evita que todos los poderes están sobre un mismo individuo, a excepción de los casos en donde se aplican las facultades extraordinarias para legislar, que comúnmente se dan en las emergencias, con el fin de poder tomar decisiones rápidas para así enfrentar el contratiempo con mayor eficacia.

El presidente tiene la facultad para nombrar y remover libremente a los miembros de su gabinete, así como a los funcionarios importantes, también la facultad de declarar la guerra, ya que en caso de ella, el presidente tiene todos los poderes y no necesita la autorización o declaración del congreso, esto se debe a que es él quien puede tomar una dación rápida, puesto que él tiene el poder sobre las fuerzas armadas, así como también el poder declarar neutralidad y suspensión de las relaciones comerciales.

También cuanta con la facultad de poder usar al ejército con el fin de la seguridad interna del país si él así lo desea. (Con dedicación para los que demandaron a Calderón)

El presidente puede celebrar tratados y negociaciones diplomáticas con las potencias extranjeras y en materia sus facultades principales son las siguientes:

-Es quien representa al país hacia el exterior.

-Es quien celebra los tratados.

A pesar de todo esto también puede caer en un tratado anticonstitucional, ya que, todos los tratados realizados deben respetar íntegramente la constitución, por ello los tratados anticonstitucionales no deben ser aplicados.

Otra facultad importante del presidente es la que tiene sobre el carácter económico y hacendario del país, ya que es quien invierte en sistemas de producción, distribución y consumo. La política monetaria tiene como finalidad pautar la cantidad de circulante de crédito para el desarrollo económico del país. Así mismo el presidente debe controlar la inversión extranjera, a la cual le debe otorgar derechos y obligaciones para evitar la mala explotación del país; sin embargo el presidente no tiene todas las facultades económicas, ya que el presupuesto de egreso es exclusivamente de la cámara de diputados, los cuales determinan el presupuesto de egresos de la federación.

La cámara de diputados debe discutir primero los gastos y las contribuciones del congreso para así poder hacer todas las modificaciones necesarias para el presupuesto. Los medios de comunicación también son controlados por el gobierno, ya que él es quien dicta y manda lo que es correcto sacar al aire o publicar y lo que no, y como en esa época como ya lo mencionamos el PRI dicta y manda pues no había oportunidad de hacer lugar a los contrarios en materia política en diario, radio y tv ya que estos eran controlados en su mayoría por el gobierno priista.

Así pues el presidente es catalogado como el líder del país, constitucional y políticamente, ya que sus facultades son muy amplias, al grado de llegar a decir que son casi ilimitadas. Sin embargo todo poder tiene sus limitantes y en el caso del presidente, estas las confiere la constitución en el artículo 108, aunque no del todo ya que el mismo solo menciona que: “el presidente solo puede ser acusado por traición a la patria y por delitos graves de orden común”, siendo el senado quien califica la gravedad del delito.

La constitución también puso un limitante es estos poderes, ya que para la mayoría de las decisiones del presidente, necesita la aprobación y voluntad del congreso.

Según Carpizo las limitantes que ayudan a la controlar este poder son:

• El tiempo (sexenio)

• El poder judicial federal, que aun es independiente del legislativo

• Los grupos de presión.

En este punto he expuesto los rasgos más importantes del presidencialismo mexicano que nos ayuda a confirmar que son mayores las fortalezas del presidente, ya que en ese entonces prácticamente el presidente era un “emperador”, al cual no se le podía tener oposición, ya que él era dueño y señor de todo lo habido y por haber.

En la actualidad el presidencialismo en México permite partidos de oposición, “Los partidos políticos de oposición deberán rechazar y criticar los actos del gobierno cuando así deban hacerlo, y deberán contribuir a la formación de aquellos cuando el interés nacional lo exija.”

También los medios de comunicación tienen mayor libertad de expresión, ya que les permite publicar su libre expresión, ahora el gobierno no pone límites en lo que es “bueno” o no publicar.

La Cuestión Fundamental: Presidencialismo o Parlamentarismo.

Como lo vimos en el semestre, los países en América Latina, se debaten en dos regímenes presidencial y parlamentario, el primero se ha visto en vuelto en profundas crisis políticas, algunas de las cuales han desbordado el marco democrático y en otros casos, han conducido a la existencia de gobiernos inestables en donde la legitimidad se ha visto fuertemente cuestionada, frente a este problema se ha planteado el caso de la inestabilidad democrática de América Latina en gran parte se debe al hecho de haberse configurado bajo la forma de regímenes presidencialistas, caracterizados por instituciones débiles, en abierta y permanente confrontación y disputa por la supremacía en el manejo del poder político. (Parálisis legislativa).

Como ya vimos, México, estuvo bajo un régimen presidencialista con un ejecutivo fuerte y un legislativo relativamente débil, que permanentemente franquea las iniciativas gubernamentales, especialmente de reformas políticas, demostrando superioridad política del ejecutivo, esto lleva a plantear la posibilidad de sustituir el régimen político mexicano por uno parlamentario, donde exista un equilibrio real del poder como salida viable a la crisis institucional que permita la supervivencia del sistema democrático.

Prácticamente todos los países de América tienen un sistema presidencial, con excepción de las Antillas y Guyana, que tienen un sistema parlamentario.

El presidente en América Latina se ha convertido en el centro del poder político, de la integración nacional, de la orientación del Estado y de las relaciones internacionales, al mismo tiempo ha encarnado la tradición cultural, los valores y los consensos sociales, tanto que los ensayos inclinados al parlamentarismo, no han sido exitosos, con motivo de la caída de los regímenes autoritarios, se recrudeció el debate sobre la reducción del presidencialismo y la transformación al parlamentarismo europeo en varios países, especialmente en el Hemisferio Sur.

Simétricamente, al crecimiento del poder ejecutivo ha correspondido un debilitamiento del legislativo y del judicial, lo que históricamente ha desembocado en autoritarismo, a falta de fortaleza del legislativo, que tiene constitucionalmente un papel muy restringido, el presidente ocupa casi todo el espectro político, mientras que el Congreso se limita fundamentalmente a ser el espacio de la representación de intereses y partidos y de tramitación de las leyes.

Son dos modelos que tienen lógicas intrínsecas particulares que obedecen a desarrollos históricos particulares, muy diferentes uno del otro, lo que llamamos parlamentarismo es un régimen que tiene cerca de 800 años de vida que fue cambiando a lo largo del tiempo de manera evolutiva, por otro lado, el presidencialismo es un producto de un diseño institucional.

Linz parte de las diferencias entre uno y otro régimen político, el papel de las coaliciones pre y poselectoral, la reelección, el juego suma cero, gana todo pierde todo, concluyendo que un régimen parlamentario de ciertas características es más viables que uno presidencial, porque según su punto de vista este no garantiza la estabilidad democrática.

Se asume una posición crítica frente al modelo presidencialista, señalando que la debilidad de este se debe a una marcada tendencia hacia la democracia mayoritaria, sobre todo en los países con profundas divisiones étnicas, religiosas y con enormes diferencias políticas internas y desigualdades económicas.

Los problemas de gobernabilidad están asociados al funcionamiento del sistema presidencial (presidencialismo), el poder ejecutivo y el poder legislativo son electos de manera independiente con duración que no depende del otro poder, este sistema tiende a menoscabar la importancia de los partidos, reduce su función social y política al papel que cumplen en las elecciones periódicas, lo que hace cada vez mas desarticulada y precaria la canalización de los intereses ciudadanos a través de las organizaciones partidistas, las extensas atribuciones conferidas al ejecutivo a expensas del legislativo y la rígida separación de poderes inciden en la perdida sistemática de dimensiones de los partidos, además se dan presidentes con amplios poderes constitucionales sobre la legislación, pero son incapaces de llevar a cabo sus propias agendas de políticas, este muestra una serie de características intrínsecas que hacen que se limiten las posibilidades para garantizar estabilidad del Estado, la cuestión del presidencialismo se plantea en términos de la cantidad de capacidades legislativas que poseen los presidentes.

Expuesto en lo anterior se busca transformar el sistema político adoptando el parlamentarismo, en este sistema la separación o división de poderes se encuentra atenuada, implantándose un régimen de colaboración entre poderes, las facultades de control se encuentran muy desarrolladas, y los poderes del Estado se pueden afectar mutuamente, en el parlamentarismo es el poder legislativo quien selecciona y puede destituir al poder ejecutivo; éste a su vez, puede disolver a la Asamblea, se da un Ejecutivo dual, en el cual coexisten, en primer término, un jefe de Estado quien cuenta con atribuciones puntuales y en general muy restringidas, y obra como "Árbitro" o “Mediador” de los problemas políticos; y un Jefe de Gobierno, que funciona a través de un órgano colegiado llamado Gabinete o Consejo de Ministros a cuya cabeza se encuentra el llamado Primer Ministro, quien es el funcionario que efectivamente dirige la política interna de la Nación, en el parlamentarismo existe la capacidad para generar esquemas fuertes de gobierno y oposición, quitarle poder al régimen presidencial y fortalecer al congreso como requisito esencial para generar un nuevo arreglo institucional que privilegiara un verdadero equilibrio de poderes, en papel este garantiza sistemas democráticos más estables.

Para finalizar observo que la literatura mexicana acerca de los sistemas de gobierno entiende al presidencialismo como un sistema de división de poderes y al parlamentarismo como un sistema de fusión de éstos.

El presidencialismo es una forma de gobierno en el que, constituida una República, la Constitución establece una división de poderes entre el poder legislativo, poder ejecutivo, poder judicial y el Jefe del Estado, además de ostentar la representación formal del país, es también parte activa del poder ejecutivo, como Jefe de Gobierno, ejerciendo una doble función porque le corresponden facultades propias del Gobierno, siendo elegido de forma directa por los votantes y no por el Congreso o Parlamento, el presidente es el órgano que ostenta el poder ejecutivo mientras que el poder legislativo lo suele concentrar el congreso, sin perjuicio de las facultades que en materia legislativa posee el presidente, sus ventaja es la separación clara y suficiente entre el ejecutivo y el legislativo y la inexistencia de vinculación del poder ejecutivo con el partido político mayoritario en el Congreso, evitando caer en partidocracias (México en el Priato), mientras que sus desventajas son la menor representación del conjunto social, en la medida que las decisiones no se consensúan en muchas ocasiones entre distintas facciones políticas representadas en el Congreso y la menor capacidad de respuesta frente a una crisis de gobierno, en la medida que el Congreso no puede cambiar el poder ejecutivo adoptando la moción de censura.

El Parlamentarismo es un mecanismo en el que la elección del gobierno (poder ejecutivo) emana del parlamento (poder legislativo) y es responsable políticamente ante éste, los poderes legislativo y ejecutivo están estrechamente vinculados, dependiendo el ejecutivo de la confianza del parlamento para subsistir, sus ventajas la podemos definir como una mayor representación del conjunto social en la medida que las decisiones deben consensuarse en muchas ocasiones entre distintas facciones políticas representadas en el Parlamento y la mejor capacidad de respuesta frente a una crisis de gobierno en la medida que puede cambiar el poder ejecutivo adoptando la moción de censura, las desventajas de este sistema es la separación de poderes atenuada entre el ejecutivo y el legislativo y su excesiva vinculación del poder ejecutivo con el partido político mayoritario en el Parlamento, pudiendo derivar en partidocracia.

Independiente del régimen que se escoja, si no hay una coalición de los entes políticos, no se garantizara un sistema democrático estable que trabaje por el mejoramiento y progreso de la nación, fomentando así gobiernos eficientes.

BIBLIOGRAFÍA

Álvarez Merchan Rafael, Presidencialismo o Parlamentarismo, Una mirada al estado actual del debate, Unión Gráfica. Bogotá.

Jorge Carpizo, El Presidencialismo Mexicano, Siglo XXI Editores, México.

Linz, Juan. et al. Las Crisis del Presidencialismo, Democracia Presidencial o Parlamentaria, Alianza, Madrid.

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